DESCRIPCIÓN
Las ánforas son recipientes cerámicos fusiformes con dos asas y el cuello estrecho generalmente, aunque en algunas culturas se han llegado a desarrollar en metal u otros materiales. Normalmente se encuentran terminadas en punta o incluso en una punta larga saliente que se utilizaba para clavarlas en el suelo y que se mantuvieran estables. Sus precursores fueron los griegos, aunque pronto se extendieron por el mundo fenicio y romano, utilizándose para transportar líquidos y alimentos, así como para poder almacenarlos. Normalmente podían contener como mínimo de 25 a 30 litros, siendo su forma variable dependiendo de si portaba vino, aceite, salazón, cereales u otro alimento.
La civilización fenicia se sitúa cronológicamente entre el 1200 y el 330 a.C., ubicada en la estrecha franja del Mediterráneo entre Siria y Palestina. Los fenicios mantuvieron contactos con todos los estados e imperios de su entorno territorial, de ahí que fuera un lugar codiciado como enclave estratégico y comercial. Además, su posición geográfica hizo que tuvieran una importante vocación marítima.
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