DESCRIPCIÓN
El concepto antropocentrista de la Antigua Roma hace que se desarrollen artes paralelas a las comunes como la escultura o la arquitectura, además la importancia de marcar el status social y económico hace que los romanos, se quisieran rodear de lujo y materiales preciosos.
La joyería nace de la necesidad de embellecer el cuerpo, de realzar la figura humana y su valor, de buscar la belleza a través de la perfección de las formas. Las soluciones en cuanto a técnicas orfebres son cada vez más sofisticadas, especializándose en la filigrana, unión de hilos, en este caso de oro, formando cierres, efectos matéricos y decoraciones diversas. Aunque la joyería romana parte en un primer momento de la influencia griega, pronto se distancia creando sus propios diseños entre los que destacan colgantes, pendientes y camafeos.
Este precioso colgante con forma de tinaja o cuenco tiene un diseño sinuoso y femenino que se acrecienta por las incisiones que lo decoran bellamente.
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