Este cuenco dispone de un pie y de dos asas. Destaca especialmente por su decoración realizada en dos tonos, el fondo blanco y las líneas en negro, realizando un patrón decorativo a modo de círculos concéntricos. La cerámica chipriota de este período era colorida y con frecuencia se pintaba con motivos geométricos o figurativos. Era frecuente emplear esta decoración en jarras o cuencos. La singular posición geográfica de la isla de Chipre, situada en el centro del Mediterráneo oriental, hace de ella un punto natural de conexión entre las culturas de los tres continentes: Europa, Asia y África. Además, debido a las continuaciones dominaciones que han sucedido en la isla, se creó una densa red de relaciones comerciales y culturales entre las diferentes civilizaciones que ejercieron su influencia en las costas orientales del mediterráneo.