Más allá de las icónicas Pirámides de Giza, existen otras estructuras piramidales que aún guardan enigmas sin resolver. Una de ellas es la pirámide inacabada de Zawyet El Aryan, también conocida como Pirámide XIII en la lista de Lepsius, que se erige como una impresionante obra arquitectónica.
A inicios del siglo XX, el arqueólogo italiano Alessandro Barsanti (1858-1917) descubrió los restos de una pirámide, que nunca llegó a completarse, situada a unos cinco kilómetros al sureste de Giza y a siete de la necrópolis de Saqqara. Se estima que su construcción se inició durante la Tercera Dinastía, alrededor de 2700 a 2600 a.C.
Su base abarca 110 metros de ancho por 180 de largo, y algunos de sus bloques presentan el cartucho de Neferkara o Nebkara, un faraón de la III Dinastía que reinó hace aproximadamente 4.500 años. Sin embargo, otras fuentes sugieren que podría haber pertenecido a Bakka, un faraón de la IV Dinastía que gobernó entre 2435 y 2430 a.C.
Alessandro Barsanti
En su informe original, escrito en francés, Barsanti describió pasillos subterráneos, una cámara y un curioso recipiente ovalado, similar a otro encontrado en el complejo de Djedefre en Abu Rawash. Barsanti se mostró sorprendido por la forma en que este recipiente estaba sellado y protegido, llegando a pensar que era un sarcófago. A pesar de la calidad del trabajo en la piedra del pozo descendente y en la habitación inferior, el hallazgo fue olvidado y no recibió más atención.
Dentro de la cámara mortuoria y en la escalera descendente, se pueden observar inscripciones en tinta negra y roja, pero su interpretación resulta complicada. Barsanti no realizó calcos de las inscripciones, sino dibujos a mano que dificultan su lectura. Aunque el signo jeroglífico Ka es legible, el primer símbolo es ilegible, lo que ha llevado a diversas interpretaciones, desde Nebka hasta Seth-Ka, dejando un intrigante misterio.
Durante las excavaciones realizadas por Barsanti, los arqueólogos se sorprendieron al ver cómo una trinchera llena de agua de lluvia se drenaba rápidamente, alcanzando casi un metro de profundidad. Esto llevó a la especulación de que podría haber un pasaje o una cámara oculta debajo.
Un enclave de cine
En 1954, el sitio fue excavado nuevamente para ser utilizado como escenario de la película “Tierra de faraones”, dirigida por Howard Hawks, que retrataba la construcción de las grandes pirámides con miles de esclavos, una representación que hoy en día se considera obsoleta.
Lamentablemente, en 1964, el complejo fue declarado zona militar restringida, lo que ha impedido cualquier excavación desde entonces.
Alessandro Barsanti, un arquitecto y egiptólogo italiano que trabajó para el Servicio de Antigüedades Egipcias, llevó a cabo excavaciones en todo Egipto, destacándose por “descubrir” la tumba de Akenatón entre 1891 y 1892. También fue responsable de trasladar la colección del Museo de El Cairo desde Giza a su ubicación actual en la ciudad.
En el siglo XIX, el egiptólogo francés Gaston Maspero destacó la perfección en los cortes y uniones de las piedras, el excepcional acabado del sarcófago de granito, la audacia de la estructura y la impresionante altura de las paredes, lo que convierte a la Pirámide XIII en un verdadero desafío de la ingeniería antigua.
Entre los logros más importantes de Maspero en Egipto se encuentran el registro de numerosas escenas e inscripciones en el Valle de los Reyes, el traslado a El Cairo de las momias encontradas en Deir el-Bahari, la catalogación de la vasta colección del museo de El Cairo y la apertura de tres pirámides menores en la zona de Menfis, que contenían inscripciones que forman parte de los conocidos Textos de las pirámides.
Ushebti
Excavado por Gaston Maspero y su restaurador Allesandro Barsanti cerca de la pirámide de Unas, en Saqqara, hacia 1890, encontramos este ushebti de fayenza vidriada azul de Padj-Horem-Hab. La figura presenta una forma de momia con peluca lisa en tres partes, tiene las manos cruzadas sobre el pecho y porta un cesto de semillas y un arado de mano. En este ushebti, caracterizado por su gran delicadeza de rasgos faciales y jeroglíficos, podemos apreciar una hermosa sonrisa saítica. En su Inscripción jeroglífica vertical del cuerpo podemos leer: “Padj-horem-hab (General) nacido de Bastet-herti”.
