DESCRIPCIÓN
El Imperio persa era eminentemente conquistador, además de resistir los asedios que desde otras grandes potencias intentaban producirle.
Los objetos que realizaban no son muy pesados ya que eran pueblos trashumantes, amantes de los animales, representados de forma real y mitológica.
Un territorio que estuvo en constante lucha produce una innumerable cantidad de piezas relativas al armamento, tanto para personas como para animales.
La dificultad que encontramos a la hora de localizar piezas de uso cotidiano o de enterramientos es su desplazamiento, por lo que al no estar asentados de una forma estable y constante, los restos se diseminan.
El trabajo persa de los metales era maravilloso, delicado y muy selecto, para las mejores ofrendas y rituales. Estos platos de plata se solían utilizar como plato de libaciones. Su fundición es magnífica, con un omphalos en el centro, el cual sobresale por la cara interior. Además está magníficamente ornamentado con unos pétalos que acaban formando una delicada flor.
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