Crátera de volutas de figuras rojas atribuida al Pintor del Inframundo, 330-320 a.C.
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Crátera de volutas de cerámica roja, decorada con motivos figurativos y rostros en relieve en las asas, por encima de la vuelta de la voluta. Las asas están caladas en la base, donde están decoradas con cabezas de pato de cuello curvo trabajadas en redondo.
En el anverso, la composición está dominada por dos figuras en el interior de un naiskos o templo con base decorada con palmetas, dos columnas jónicas, entablamento y frontón triangular, rebajado para ajustarse al marco. El naiskos está rodeado de oferentes (dos hombres y dos mujeres) que portan cajas, bandejas, ramas y coronas florales. En el interior del santuario hay un guerrero de pie, con coraza, manto y casco adornados con plumas o alas, que sostiene una lanza en la mano derecha y un escudo redondo en la izquierda. Junto a él hay un hombre barbudo, vestido con toga, que le ofrece una copa ornamentada.
En el lado opuesto, el reverso o cara B, vemos a otros cuatro oferentes similares a los del anverso, dos mujeres vestidas con chitón y dos hombres desnudos, con capa, portando objetos similares a los del anverso. Están situados alrededor de un pilar conmemorativo decorado con cintas y guirnaldas, con motivos florales en la base y un frontón triangular en la parte superior.
A los lados, separando las dos escenas, hay grandes palmetas decoradas con roleos vegetales sintetizados, de contorno sinuoso, y otras palmetas más pequeñas. Esta decoración de la panza está enmarcada en la parte superior e inferior por cenefas, la inferior con grecas y la superior con gallones y óvalos.
El cuello también está ricamente decorado con motivos figurativos. En el lado A hay un busto alado que surge de una copa, rodeado de intrincados motivos vegetales que incluyen flores, hojas lobuladas y cintas sinuosas. En el reverso, también sobre una copa que parte de una serie de hojas lobuladas, vemos un busto masculino con cuernos de cabra, representado de perfil y flanqueado por motivos más sencillos que los del anverso, palmetas similares a las que adornan los laterales del vientre. Encima de esta banda con decoración figurativa, vemos una cenefa con coronas de laurel y pequeñas flores sintetizadas y, sobre ella, una cenefa invertida de olas marinas, también con un diseño sintetizado. Por último, la boca, ahuecada, está decorada exteriormente con ondas similares a las que vemos pinceladas en los hombros. El pie es alto y estrecho, sin más decoración que dos finas bandas lisas de color rojo sobre fondo negro pulido.
