Figura en terracota de una jugadora de polo, China, Dinastía Tang, 618-906 d.C.

Escultura de bulto redondo realizada en terracota y decorada con engobes. Representa a una jugadora de polo a caballo, al galope, con el animal captado en pleno salto. La figura humana va vestida con ropas rojas holgadas de manga completa; el pelo cuidadosamente peinado, las manos levantadas, las mejillas y los labios resaltados. La jugadora evidencia el movimiento y la tensión del momento, y gira el torso mirando hacia el espectador.

Se cree que el polo se originó a principios de nuestra era en Asia Central. Formaba parte del entretenimiento de la corte sasánida y también se practicaba en las fronteras indias. En el año 630 d.C., los Tang iniciaron su gran expansión hacia Occidente convirtiendo Chang’an (Xian), en la Ruta de la Seda, en una capital cosmopolita. De esta época data la introducción del polo en China. Bajo la dinastía Tang, el polo era un deporte practicado principalmente por la aristocracia y sobre todo por las mujeres, a pesar de su rudeza